La señora Paula, mas conocida como "abuelita Paula" es la cabeza de nuestra familia. Gracias a ella somos lo que somos. Ella es una mujer que enfrentó todo tipo de adversidades para sacar adelante a su familia. Siempre estaremos eternamente agradecidos contigo abuelita Paula. Queremos compartir con ustedes la alegría de tenerla al igual que las novedades de nuestra familia.
Angel Ernesto (21-08-1943) casado con Maria Luisa Verme Zoila Isabel (27-01-1947) Vda. de Wilfredo Maldonado Antonio Gilberto (17-12-1956) casado con Zoila Cabezas Ada Virginia (11-06-1952) casada con Lee Elliot
Nietos por edades
Paula Lourdes (2008-1970) Cristina Isabel (02-12-1972) Dina Antuanet (09-12-1973) Manuel Yesenia Estefanía (19-05-1975) César Augusto (31-03-1975 ) Paula (16-12-1980) César Eduardo (08 -01-1984 ) Paula Isabel (01-05-1991) Zoyla Yesabel (12-06-1992) Robert Eugene (Nieto político) ( 08-05-68)
Bisnietos
Sophia Isabel (14-10-2003) Benjamin Reagan (22-09-2005)
Decir abuela es decir mamá, amiga...tantas cosas... Es una casa grande llena de recuerdos que los años nos fueron regalando Es un sillón hamaca donde tejimos miles de sueños, el que cobijó nuestra inocencia y la imaginación del que a través nuestro intentaba mantener vivo al niño que llevaba dentro Es una cocina perfumada, un cuarto con aroma a lavanda Decir abuela es un regazo generoso donde encontrar abrigo Una mirada tierna y compasiva Es el tan rechazado consejo que deberíamos haber obedecido ...porque las abuelas saben... Es emprender un viaje al pasado, no muy lejano, marcado en los surcos de su rostro Es el pelo encanecido Los pies cansados por tanto camino recorrido Son agujas peleando con ovillos, tejiendo historias infinitas Decirte mamá es decir amiga, es la abuela que no fuiste Son las caricias que mis hijos pueden disfrutar Decirte abuela es imaginar tu pelo encanecido, tus pies cansados de andar....no decirte abuela es llamarte eternamente mamá.
Maria Antonia, Manuela y Paula (1936)
La señora Paula con sus hijos Manuel y Chabica
Poema para ti, una mujer ejemplar
Se que tu tarea no es fácil, se que tu mirada siempre grácil acepta jornadas poco halagadoras y pesadas cargas nada tentadoras, para dar a tus hijos un pequeño extra para mostrar al mundo lo que cuesta entregarse a un ser a cambio de nada arriesgar su vida sin consuelo, ni paga.
Recibir sutilezas no es tu prioridad, más brindar amor es tu caridad. El amor de madre es mi regalo, que siempre me ha dado tu fino regazo.
Apoyo, confianza, ternura y aprecio, son rasgos sinceros que no tienen precio, son formas y medios de expresar tu desvelo, noches inciertas y lunas sin sueño.
Me embeleso al sentir que tendré por siempre valiosos preceptos cultivados en mi mente, tus sabias palabras enterradas por defecto, que sólo buscan convertirme en un experto.
Tu tiempo, esfuerzo, audacia y entrega Rendirán frutos, ¡es una promesa!
Tu ejemplo, tu mirada, tu ceño fruncido tu fuerza y certeza entre un cielo perdido, me asombran y respaldan, me guían y me cuidan, mi destino iluminan y mis acciones vigilan.
Entre mitos e historias de tiempos pasados remitiré a gritar en un futuro cercano, Mamá: “Nuestra vida es vida mientras sigamos siendo tus hijos”.